18/08/06

Eduardo Mazo - Um Poeta das Ramblas

“Eduardo Mazo dio carácter a Las Ramblas de Barcelona por el procedimiento de convertirse en poeta en la calle, no simple rapsoda, sino constructor de versos que este argentino errante utilizaba para comunicarse y para sobrevivir, como si aún fuera posible el mester de juglaría. Estamos ante el último anarquista errante del siglo XX o ante el primer anarquista errante del siglo, XXI, lo cierto es que el poeta recurre ahora a un complejo género arriesgado porque se basa en la brevería. Género arriesgado ( porque con muy pocas palabras el poeta ha de ofrecer provocaciones para la complicidad del lector, bien sea en el territorio del pensamiento: "En ciertos países/la policía es tan corrupta/que no existe el delito", o en el territorio del imaginario: "Cuando hicimos el amor/desnudos sobre mi lecho/tú estabas en otro lado/y yo bastante más lejos"...o bien: "Te cuidabas tanto/de no quedar preñada/que nuestro hijo nació huérfano de madre".Las reflexiones de Mazo responden a tres parcelas fundamentales: la violencia del sistema contra los perdedores, el amor y la comprobación que el tiempo es relativo salvo cuando se convierte en muerte. El torrente de propuestas de análisis lógicamente conlleva alguna ganga, pero sorprende el número de veces que estas escrituras de Mazo nos obligan a situarnos interesados en un inmenso territorio que comprende desde la ternura al sarcasmo. Como si sólo valiera la pena vivir para mantener ese diálogo, a costa de la constatación de muchos fracasos que en realidad son otros tantos suicidios, porque en todo amor hay una voluntad de suicidio que afortunadamente se supera cuando termina el autoengaño...”(Del prólogo de Manuel Vázquez Montalbán).
Tive o prazer de o conhecer nas Ramblas em Barcelona. Sempre que lá vou, procuro-o. Ali está ele a vender os seus livros na rua. Sempre corrosivo, sempre inesperado. Uma das vezes, "salvou" um amigo meu de ser assaltado em plenas Ramblas, enquanto folheávamos os seus livros na banca. O assaltante já tinha a mão dentro da mochila do Zé. Eduardo Mazo, silencioso, olhava fixamente e fazia trejeitos com a cabeça, enquanto nós, olhando para ele, não percebíamos nada do que se estava a passar. Entretanto diz ele: "Já te salvei de seres assaltado, já os conheço como aos meus livros", e concluíu: "Eles roubam assim, eu roubo a vender os meus livros. Cada um rouba como sabe."
Para saber mais sobre este homem e a sua obra: http://www.eduardomazo.com/

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